jueves, 17 de enero de 2013

La curiosidad mató al gato...

He tardado días en saber cómo añadir y modificar los gadgets del blog... llamádme torpe.
Me apetecía darle otro aire, antes era muy impersonal, ahora está lleno de cosas que admiro, de gente que admiro, de envidia por otro lado. Siempre digo que tenía que haber nacido en otra época y en otro sitio, y el blog es un homenaje a ello.
Yo sinceramente no sé si escribo bien, si escribo mal, si esto alguna vez fue lo mio, si lo dejo aparcado 3 meses porque me aburre o porque no hay nada que me motive a escribir, pero como no lo entiendo ni yo, tampoco quiero que lo entienda nadie, tengo un blog porque me gusta y porque quiero, igual que todo lo que me rodea y todo lo que hago, lo tengo porque si.
Y digo esto porque a medida que una va creciendo se da cuenta de que en la vida todo es una sucesión de preguntas y respuestas,tu familia, tus amigos, tus maestros, cualquier persona a quien conozcas por primera vez, te harán preguntas. Y siempre acabamos contestándolas, nos sentimos obligados a ello, sometidos a ellos mejor dicho.
Las personas somos más que todo eso, las personas debemos ser libres de elegir si contestar o no a esas preguntas, y de hacerlas, y de observar, y de averiguar, aun a sabiendas que nos vamos a hacer daño por saber de más o a darnos una "ostia del quince" si lo preferís. El problema es que somos muy curiosos, y como gatos, al final, acabamos mal...

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